Se dice que de todas las ciudades en Australia, Melbourne es sin duda la más europea. Su alta calidad de vida le ha merecido ser reconocida como la mejor ciudad del mundo para vivir durante varios años consecutivos por diversos rankings internacionales y sus habitantes gozan de numerosas oportunidades laborales y elevados salarios.
Melbourne ha sido también reconocida como capital del deporte con eventos como el Abierto de tenis de Australia, la Fórmula 1, la final de AFL o Fútbol Australiano y la famosa Melbourne Cup en la hípica, entre muchos otros, pero también de la cultura, destacando sobre todo la música y el arte urbano, así como por sus barrios repletos de agradables restaurantes y cafés. Además la ciudad es recorrida casi en su totalidad por una extensa red de tranvías, que la hacen ser una ciudad muy silenciosa a pesar de ser una de las más pobladas del país con más de 5 millones de habitantes.
Eso sí el turismo no se queda atrás, con atractivos como la Great Ocean Road, una de las rutas más espectaculares a nivel mundial o sus espectaculares bosques y viñedos.
Quizás su clima inestable, que presenta temperaturas muy bajas en invierno y un calor sofocante en verano es el punto más bajo de la ciudad.